El trabajo de Carlos Olvera es una pesadilla zombie para los fanáticos de lo terrorífico y monstruoso con un toque de ironía.

Si hay alguien en el mundo que haya explotado los recuerdos de su infancia para crear arte, ese es definitivamente Carlos Olvera. Un regio que llegó a la Ciudad de México becado por SOMA para explotar su talento y probar suerte con sus zombies y la visión derretida del mundo que plasma en camisetas, cuadros, murales y tatuajes.
Haciendo uso de pinturas, dibujos y sonidos, Olvera ha creado un concepto global conocido como Indie Zombie que combina no sólo a estos personajes que últimamente se han vuelto tan famosos, si no que retoma todas esas cosas asquerosas y un tanto perturbadoras que podía vivir un niño de los noventas, como jugar con mocos yo-yo, ver caricaturas al estilo de Fenomenoide, escuchar noticas de clonaciones o vivir la histeria del Chupacabras.